Stuttgart. En la sede de Zuffenhausen,
El 9 de septiembre de 2019, comienza, según lo previsto, la producción de los primeros vehículos para clientes. Se crean en una «fábrica del futuro»: flexible, conectada y con tecnología de producción 4.0. Es un paso más hacia la «Zero Impact Factory», una producción sin efectos negativos para el medio ambiente.
El proyecto de construcción incluyó varios proyectos individuales de gran envergadura: la construcción de la nave de carrocerías, el taller de pintura, una planta para la producción de motores eléctricos y componentes, la zona de ensamblaje del vehículo y el transportador de conexión de 900 metros de largo. En total, se usaron 35.000 toneladas de acero para las nuevas instalaciones de producción, tantas como para 140.000 carrocerías coupé de la generación 991 del nueveonce. La superficie de suelo del complejo creado suma 170.000 metros cuadrados.
La construcción se inició a finales de 2015
Se trata del proyecto de construcción de mayor envergadura desde que se creó la planta de Zuffenhausen. El punto de inicio lo marcó la positiva acogida que tuvo el
Ya solo la preparación de los trabajos de construcción requirió más de 5.000 desplazamientos de trabajadores y 21 proyectos preliminares. Por ejemplo, la excavación para el edificio de ensamblaje de varios pisos en una pendiente: dado que su altura está limitada a 38 metros, para no perjudicar el suministro de aire fresco del centro de Stuttgart desde el norte, la zanja alcanza los 25 metros de profundidad en el suelo. Para ello, se movieron 240.000 metros cúbicos de tierra.
Una nueva fábrica dentro de la fábrica
«Hemos construido una fábrica dentro de la fábrica, en el centro de la ciudad, cerca de nuestros vecinos, en el espacio más reducido y en el menor tiempo posible, y sin interrumpir la producción ya existente de potentes automóviles deportivos. Ahora, la fábrica está terminada, a tiempo y sin incidentes graves», dice Albrecht Reimold. «Fue posible gracias a una planificación meticulosa y a un excelente equipo». También formaron parte de dicho equipo 130 empresas y proveedores. Los prodigios logísticos incluyeron también la coordinación del tráfico de la obra sin afectar a la producción de automóviles deportivos de dos puertas que se desarrollaba en paralelo. «Decisivo también fue el diálogo intenso con nuestros vecinos», dice Reimold. «Les informamos de manera continua y abierta sobre todo el proyecto».
Algunas cifras más: se emitieron 10.000 acreditaciones para la zona de la obra, se instalaron 530 contenedores, se desplegaron tres kilómetros de valla y se tendieron 35 kilómetros de cables, entre otras cosas, para el suministro de energía de las 1.000 luminarias lineales distribuidas por la obra. Dentro de la fábrica se han creado cuatro kilómetros de carretera.